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Doctor, ¿puedo viajar en avión?


Guía para personas con enfermedades crónicas o que han sufrido problemas de respiración al volar.

¿Puedo sufrir algún problema en el vuelo? Esta pregunta es frecuente en personas con asma, Epoc, hipertensión pulmonar o insuficiencia cardíaca, especialmente aquellos que usan permanentemente oxígeno o quienes han sentido dificultad para respirar en viajes o al llegar a sitios elevados con respecto al nivel del mar.

Lo primero que hay que saber es que la presión atmosférica (fuerza por unidad de superficie que ejerce la columna de el aire que forma la atmósfera sobre la superficie terrestre) varía dependiendo de la altura sobre el nivel del mar en la que se encuentre la persona.

También, es clave saber que el aire normal está compuesto aproximadamente por 21 por ciento de oxígeno y 79 por ciento de nitrógeno.

Con esos dos datos se puede establecer, por ejemplo, que a nivel del mar la presión atmosférica es 760 mmHg (1 mmHg es la presión que ejerce una columna de mercurio con 1 mm de altura) y a nivel de Bogotá es 560 mmHg.

Por eso, quienes viven en el altiplano y viajan a tierra caliente (lugares más bajos sobre el nivel del mar) sienten que respiran mucho mejor y no presentan dificultad alguna. Eso explica por qué hay personas que a nivel del mar no requieren oxígeno, pero en zonas con mayor altura, sí.

Qué pasa en los aviones?

En vuelos comerciales, la cabina del avión es presurizada a un nivel similar al de la altura de Bogotá (560 mmHg), es decir, cerca de 8.000 pies. En otras palabras, un vuelo para los habitantes de la capital es similar a estar en reposo en su casa. Sin embargo, quienes viven a nivel del mar o en zonas más bajas que la capital, al iniciar un viaje se exponen a una disminución de la presión barométrica, lo que produce una caída leve en la oxigenación del cuerpo y esto se compensa con un aumento leve en las frecuencias de los latidos del corazón y de la respiración.

Esta baja de la oxigenación durante el vuelo es un poco mayor durante el sueño y el ejercicio. En personas sin afecciones, esto no produce síntomas, pero en quienes padecen enfermedades crónicas puede generar dificultad para respirar o palpitaciones (taquicardia o arritmia cardíaca).

Aunque las emergencias en vuelo en avión no son frecuentes, se sabe que se produce una llamada de emergencia cada 604 vuelos, lo cual equivale a 16 emergencias por cada millón de pasajeros. Las principales causas de estas emergencias son desmayos, dificultad para respirar y dolor en el pecho.

Ahora, las personas con asma, en general, no suelen presentar problemas durante el vuelo si están debidamente controladas en su enfermedad y utilizan sus medicamentos adecuadamente. La mayoría de los problemas para estos pacientes se han relacionado con olvido del medicamento o llevarlo en el equipaje de bodega.

Para quienes viven a nivel del mar sin requerir oxígeno, pero tienen enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas, o aquellos que refieren dificultad para respirar en las ciudades con mayor altura (como al viajar a Bogotá), deben tener una valoración médica que mida la saturación de oxígeno (nivel de oxigenación de la sangre).

Si este indicador es mayor a 95 por ciento en reposo y respirando aire ambiente, en general, no requerirán oxígeno suplementario.

Quienes muestren saturaciones menores deben ser sometidos a pruebas adicionales, como estudio de los gases arteriales, espirometría y capacidad de difusión. En algunos casos es necesario realizar análisis como la simulación de altura en cámara hipobárica, o la prueba de hipoxia, que deben ser realizados por un especialista neumólogo.

Las personas que por su enfermedad requieren oxígeno permanente a nivel del mar, o en ciudades con altura menor que Bogotá, deben tener una valoración por su médico antes de viajar y requerirán oxígeno permanente durante el vuelo y su estadía en la ciudad de destino. Sin embargo, si necesitan oxígeno a alto flujo (más de 4 LPM) a nivel del mar, les está contraindicado viajar en avión comercial.Personas que viven en ciudades con mayor altura, como Bogotá

Aquellas personas con enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas que no utilizan oxígeno permanente a la altura de Bogotá, es decir, manejan una saturación mayor de 85 % a nivel de la capital, en general podrán volar sin oxígeno, siempre y cuando viajen en avión presurizado.

Quienes requieren oxígeno permanente a nivel de Bogotá deben ser valoradas médicamente antes de viajar, y lo necesitarán permanente durante el vuelo. De acuerdo con cada caso, posiblemente al llegar a ciudades con menor altura sobre el nivel del mar no necesitarán usarlo. Estas personas deben usar oxígeno en su viaje de regreso.Personas que viajan a zonas de grandes alturas

Cuando se va a viajar a zonas con alturas mayores que Bogotá (más de 3.000 metros sobre el nivel del mar), los pacientes con enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas ameritan una valoración médica para establecer con exámenes su situación funcional respiratoria. De acuerdo con los resultados, podrán necesitar oxígeno al llegar a la ciudad de destino y durante su permanencia. Algunas ciudades con aeropuertos con altura mayor de 8000 pies son:
Bangda, Tibet, 15.548 pies (4.739 metros).
Lhasa, Tibet, 14.315 pies (4.363 metros).
Bengdag, China, 14.100 pies (4.298 metros).
La Paz, Bolivia, 13.310 pies (4.057 metros).
Quito, Ecuador, 9.222 pies (2.811 metros).
Telluride, EE. UU., 9.086 pies (2.769 metros).Pacientes con enfermedades cardíacas

Los pacientes con enfermedad coronaria estable y en tratamiento médico no deberían tener problemas que aumenten el riesgo de angina de pecho durante el vuelo.

Los que han sido sometidos a cateterismo cardíaco o colocación de stent (dilatadores de arterias coronarias) percutáneos (mediante catéter) pueden volar después de dos días del procedimiento.

Pacientes que han tenido infarto de miocardio pueden viajar después de 10 días, aunque algunos pueden requerir estudio de angiografía coronaria antes, según criterio del cardiólogo tratante.

Quienes han sido operados de puentes coronarios podrán volar después de 15 días, previa radiografía de tórax para descartar complicaciones como neumotórax (aire en la pleura) o hemotórax (sangre residual en la pleura).Para tener en cuenta

Antes de viajar, debe revisar no solo las necesidades de oxígeno durante el vuelo, sino también la altura de las ciudades que se van a visitar, incluyendo las escalas, pues en aquellas con altura mayor a 8.000 pies posiblemente necesite utilizar oxígeno, un servicio que no se presta en aeropuertos.

Aunque en viajes largos es recomendable movilizarse un poco para evitar el riesgo de trombos en las piernas, debe tenerse en cuenta que el solo ejercicio de levantarse al baño puede bajar la oxigenación en las personas que ya tienen disminución leve a moderada de su oxigenación.

Todo paciente con requerimiento de oxígeno, o con antecedente de baja en la oxigenación durante los viajes, debería tener consigo un oxímetro, con el fin de controlar su nivel de oxigenación y determinar si requieren usar oxígeno o aumentar la cantidad utilizada.