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Reto del lenguaje con los niños, cada caso es diferente


Tener en cuenta las etapas de crecimiento puede ayudar a detectar a tiempo un trastorno. Para prevenirlos se debe estimular. 

Decir “Erre con erre cigarro” a los dos años puede ser una prueba desafiante. A medida que los niños crecen, los retos de comunicarse aumentan y aunque la velocidad para aprender varía, los padres deben estar alerta para detectar si el lenguaje del niño tiene un buen desarrollo. 

Cuando Juan Martín Aguilar tenía dos años sus papás observaron que el lenguaje del niño era escaso. Familiares y amigos le decían a la madre, Yeni Paola Giraldo, que se tranquilizara, pues pronto su hijo empezaría a hablar. 

Según María Antonia Duzán, fonaudióloga y especialista en neuropedagogía, los trastornos del lenguaje aplican para todas las dificultades en procesos de comunicación: recepción, comprensión y expresión. 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés) no todos los niños desarrollan las habilidades del habla y el lenguaje de la misma forma y velocidad. Cada uno sigue un proceso natural para dominar las habilidades del lenguaje. En ocasiones tardan en superar las etapas debido a que tienen pérdida de la audición o algún trastorno del habla o del lenguaje (ver infografía). 

Algunos de los signos que presentan los niños con trastornos del lenguaje son: 

* Dificultades en la compresión 

* La recepción del lenguaje no es buena 

* Entiende todo bien, pero por algún proceso neurológico no tiene un buen desarrollo de su proceso motor 

* No entiende bien por problemas auditivos 

* No entiende bien por problemas neurológicos 

Juan Martín podía mostrar el color rojo sin dificultad, pero cuando se le pedía que lo nombrara, no decía nada. Solo decía mamá, papá y agua. Así estuvo hasta los tres años y medio cuando inició terapias integrales. Su madre cuenta que ha avanzado y en este momento se le entiende un ochenta por ciento de lo que dice y sabe leer. 

“En cualquier momento arranca” 

La mamá de Juan Martín aconseja no dejarse llevar por las palabras de personas cercanas y dice que lo mejor es acudir a tiempo a los especialistas. 

La doctora María Antonia dice que si se atiende al niño oportunamente es más fácil estimular su lenguaje. Cuando llegan a la adolescencia, el problema crece y se ve reflejado en su interacción con los demás y su autoestima. En este punto, el tratamiento es más extenso y fuerte porque, además de aprender a pronunciar, se debe trabajar en la parte psicológica afectada. 

“Yo lo pondría en una frase: Si tienes dudas consulta. Lo peor que puede pasar es que el niño esté perfecto. Hay que darle tiempo a su desarrollo, pero no se puede dejar pasar de esta etapa, ya que cada una tiene un espacio oportuno”, concluye Carolina Arango, psicóloga de la Corporación Alberto Arango Restrepo (Ceder) en Manizales. 


Valoración 

La doctora Duzán explica que dependiendo la edad de cada paciente se identifican las habilidades que debería tener y el tratamiento a seguir, por ejemplo: 

Los que sepan recibir órdenes, que las cumplan y acaten 

Que tengan vocabulario y puedan expresarlo e identificarlo 

Que reconozcan a las personas 

La psicóloga Carolina Arango Escobar cuenta que la valoración para determinar el diagnóstico y el tratamiento se enfoca en el entorno del niño. Cuando hay una dificultad del lenguaje es necesario saber cómo son las dinámicas comunicativas en la familia: cómo pide el niño las cosas, quién se las recibe, quién se las adivina. 

Se debe conocer toda la red de apoyo del niño, quiénes participan, quiénes son los facilitadores y los que generan un obstáculo, no solo para el lenguaje, sino para el desarrollo del niño. 

“Si bien hay diagnósticos que son generales, nosotros tenemos que desmenuzar esa amplia información sobre el niño para iniciar el tratamiento y las herramientas que vamos a utilizar con él”, aclara la doctora Maria Antonia. 

De la terapia a la vida diaria 

Carolina Arango explica que toda dificultad en el lenguaje viene asociada a una dificultad de conducta. Si el niño no puede decir lo que necesita, trata de expresarlo de otra forma, a veces, con gritos o golpes. Entonces es ahí cuando llegan a los padres las quejas del colegio o familiares. 

Durante la terapia, los profesionales trabajan el empoderamiento de los padres o coterapeutas. Dicen que lo que se hace dentro del consultorio es tan solo un momento del día a la semana. Los ejercicios, dinámicas y rutinas deben realizarse todo el tiempo en la casa y en el colegio para garantizar que los aprendizajes permanezcan. 



Dato 

La articulación del habla es el proceso por el que el sonido, que viene de las cuerdas vocales, se modifica por efecto de los movimientos de los órganos articuladores, alteran los sonidos en las cavidades oral y nasal. 

Entre los motivos de consulta se destacan los trastornos del habla llamados dislalias, dificultad para la movilización o para la coordinación de la movilización y la expresión de los sonidos. También los trastornos expresivos y la alteración en la recepción del lenguaje. 

Destacado 

Impulsarlos a desarrollar la habilidad de imitación, el ingrediente natural más importante para aprender a comunicarse bien 

Practique 

Las doctoras María Antonia y Carolina Arango sugieren a los padres de familia estimular el lenguaje de sus hijos de la siguiente manera: 


Hablarles teniendo en cuenta todas las herramientas de la vida cotidiana 


Todo el vocabulario que los niños necesitan para comunicarse está dentro del hogar 


Enseñarles las cosas, cómo se llaman, para qué sirven 


Leerles desde muy pequeños 


Cantar con ellos 


Realizar actividades sociales y deportivas


http://www.lapatria.com/salud/reto-del-lenguaje-con-los-ninos-cada-caso-es-diferente-423658?utm_source=www.lapatria.com&utm_campaign=53262f3b9b-RSS_EMAIL_CAMPAIGN&utm_medium=email&utm_term=0_d61f04f486-53262f3b9b-311960521