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¿Tener un estilo de vida saludable puede causar fatiga y sueño?



Adoptar ciertos hábitos de manera incorrecta puede incurrir en algunos problemas de salud.

Llevar un estilo de vida saludable (hacer ejercicio en forma regular, consumir una dieta saludable y equilibrada, seguir buenas prácticas de seguridad, etc.) trae muchos beneficios para el organismo. Sin embargo, si no se hace correctamente, se pueden presentar algunas complicaciones de salud.

De acuerdo con expertos consultados por CNN, la fatiga, la falta de energía y el sueño persistente también pueden ser consecuencias de un estilo de vida que, se presume, es saludable, aunque en realidad no lo es.

¿Qué se puede hacer? Pues bien, los expertos recomiendan no ser en exceso estrictos y encontrar un balance, además de siempre contar con la supervisión permanente de un profesional médico y no de un influenciador digital, un falso gurú o incluso una persona cercana sin la experiencia necesaria para hablar de este tema.

Y es que una dieta supuestamente saludable en la que se reduce de manera drástica el consumo de ciertos alimentos podría provocar una disminución del metabolismo y, por ende, una baja cantidad de energía para realizar actividades diarias.

Los expertos también advierten que existe riesgo cuando se pasa mucho tiempo sin comer, pues se puede provocar cansancio, somnolencia o lentitud. O cuando se excluyen tipos de alimentos, como los carbohidratos, pues si no se consumen los suficientes puede haber fatiga, irritación y deshidratación debido al descenso del nivel de azúcar en la sangre.

En el caso de las personas vegetarianas o veganas, la recomendación es obtener suficiente vitamina B12 a partir de fuentes naturales y suplementos para evitar contraer anemia.

Cabe señalar, además, que, como le explicó la nutricionista de la Universidad Nacional Nohora Bayona a EL TIEMPO, ninguna dieta de tipo restrictivo es benéfica por sí sola, sino que cada persona requiere un estudio nutricional y dietario individual, basado en sus características estructurales, metabólicas, en su actividad y en sus necesidades, dado que cualquier práctica sin soporte y seguimiento por parte de un nutricionista puede resultar riesgosa.

Eso sí, voces expertas coinciden en que no existen alimentos 'malos' sino dietas poco sanas. En ese sentido, la clave entonces es llevar una dieta saludable, la cual, básicamente, se consigue comiendo, con continuidad, la cantidad correcta de alimentos en la proporción adecuada, sin olvidar que cada organismo es distinto.