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Estos son los síntomas de las mujeres al sufrir un infarto


Existen diferencias significativas entre hombres y mujeres relacionadas con esta patología.

Recientemente, un estudio reveló que los llamados factores de riesgo no tradicionales de infarto como el estrés, la fatiga y el insomnio han aumentado de forma alarmante entre las mujeres.

De acuerdo a la Fundación del Corazón, los síntomas del infarto agudo de miocardio y la percepción de estos se presentan de diferente modo dependiendo del sexo de la persona que lo sufra. Pero además, existen otras diferencias significativas entre hombres y mujeres relacionadas con el infarto.

El infarto agudo de miocardio se debe a la falta de riego sanguíneo de una zona del músculo cardíaco (miocardio) producida por la obstrucción de una de las arterias coronarias.

Sus síntomas clásicos incluyen dolor opresivo en el centro del pecho, puede irradiarse a brazo izquierdo, ambos brazos, cuello, mandíbula o espalda. También suele presentarse sudoración, náuseas y dificultad respiratoria.

Sin embargo, hay diferencias sustanciales entre hombres y mujeres con relación a la percepción y la descripción de los síntomas.

Las mujeres presentan síntomas muy variados que hacen más difícil el diagnóstico de infarto en ellas. Los más comunes son la fatiga inusual, la dificultad respiratoria, el sudor frío o el dolor epigástrico.

Los días previos pueden sufrir insomnio, ansiedad o debilidad. Por otro lado, el dolor torácico típico en mujeres es menos específico y en un porcentaje mayor se objetiva enfermedad coronaria no obstructiva.

Según expertos, el pronóstico de un infarto de miocardio es peor en mujeres que en hombres. Un porcentaje mayor fallece antes de llegar a un hospital (52% frente al 42% en los hombres) y el pronóstico también es peor tras la hospitalización.

Así las cosas, la prevención cardiovascular debe ser una preocupación que atraviese todos los géneros y edades. Cada decisión va forjando hábitos que afianzan un estilo de vida que nos acerca o nos aleja de un corazón sano en el futuro.

En ese sentido, la mayoría de los especialistas coinciden en que los principales consejos para llevar una vida sana son sencillos de enumerar: llevar una dieta equilibrada, realizar actividad física, procurar un adecuado descanso nocturno, no fumar, realizarse los chequeos médicos con frecuencia y evitar situaciones de estrés.